YO TAMBIÉN ME UNÍ AL "FATKINI" (todas tenemos una gordita imaginaria en la cabeza)

Hace unos días algunas de ustedes me comentaron que hablar de la tendencia "Fatkini" es muy fácil cuando no se tienen kilos de más, y aunque al principio no lograba comprender del todo a que se referían en concreto, lo cierto es que todas, absolutamente todas, en algún momento nos hemos "auto discriminado" por ser gorditas aunque jamás lo hayamos sido.

Por esa razón decidí escribirles esta entrada, pues al igual que muchas de ustedes, yo nunca me he considerado delgada, me he aprendido a querer pero siempre teniendo un límite y algo que jamás, jamás, jamás había hecho, era ponerme un traje de baño y lucirlo frente a los demás sin pensar "en qué dirán". 

Claro, trajes de baño me había comprado varios pero todos se quedaban escondidos bajo la clásica camiseta holgada y shorts playero, pues al final terminaba metiéndome con todo y ropa al mar o piscina ¿Pero qué cambió?

Hace unas semanas, mientras revisaba un álbum familiar en casa de mi hermana, descubrí una foto que me tomó sin permiso hace muchos años cuando fuimos a unas piscinas a resguardarnos del calor... y todo volvió rápidamente a mi mente.

En aquel momento tenía 18 años, odiaba mi cuerpo pero quería tener un traje de baño como las demás, la condición de mi madre era sencilla: si compras tu bañador lo usas en la alberca. Al final me compré un traje de dos piezas, usé la parte superior como se debe y en la parte inferior un short muy corto y sí, odiaba como me veía, es más, no quería salir de la alberca para que los demás no tuvieran oportunidad de criticarme, sin embargo, finalmente el hambre me ganó y salí a buscar algo de comer y fue entonces cuando la foto que causó me peleara con mi hermana en ese momento fue tomada.

¿Pero que creen? resulta que casi 10 años después, cuando observo la foto en el álbum, no me reconocí y en segundos admiré ese "abdomen perfecto" propio de una adolescente que no tiene nada de que preocuparse, que su piel es hermosa y todo está en donde debe de estar. 

Al mirar mi rostro en la foto estaba impactada, no podía creer que así me veía y todo el tiempo me escondí en aquel entonces. Fue ahí cuando recordé las ocasiones en que personas cercanas y extrañas me han hecho un cumplido y no me lo he creído, cuando digo "me veo bien" y lo primero que hago al salir es compararme con otras personas, dije, "estoy harta, no sé si soy lo que muchas quieren ser pero si soy lo que siempre soñé".

A los pocos días la oportunidad de acudir con la familia de mi novio a otro centro turístico salió y fue ahí donde dejé boquiabierto a mi mejor amigo (mi novio) cuando me preguntó al llegar "¿Te vas a cambiar? y le respondí muy segura de mi misma, "No, ya traigo mi traje de baño abajo ¿donde pongo mi falda?"

Caminar por el lugar fue todo un reto, pero amarse de verdad te da el autoestima suficiente para provocar que los demás te digan "te vez increíble ¿donde lo compraste?". 

Todas tenemos una gordita en la cabeza que nos mete malas ideas para no aprovechar los días que cada día se nos otorga, seamos libres empezando por amarnos nosotras mismas.

Les mando todo mi cariño envuelto en un beso desde el Sur de México... Smuak